Emplazada frente al mar, en un terreno de primera línea el proyecto debía resolver su programa en un solo piso por normativa del condominio. Ubicarse tan cerca del océano implica resolver el factor del viento sur que constantemente sopla en la costa central de Chile. Para esto el proyecto se cierra hacia el sur e incorpora un patio interior con orientación norte, protegido del viento por el cuerpo construido. Este patio acoge a los habitantes en los días de viento y se ubican además los programas nocturnos (quincho/fuego).
Los recintos públicos –acceso-living-comedor-cocina- se enmarcan entre muros de hormigón que protegen de los vecinos hacia el sur y de la calle hacia el norte y se abren parcialmente hacia el oriente –patio interior- y completamente hacia el poniente –océano-.
A diferencia de las áreas comunes, los recintos privados -piezas y baños-, protegen su intimidad cerrándose y abriendo solo ventanas que enmarcan vistas. Su iluminación natural la reciben desde un pequeño rasgo en la cubierta que baña el muro de luz suave y homogénea durante el transcurso del día.
Conectada por un pasillo exterior se contempla un cuerpo aparte con una habitación para invitados la cual incluye una ducha de surf semi interior y una logia bodega.
Para generar masa térmica y aprovechar la altura de la cubierta como recinto habitable, la casa integra un techo-habitable, con zonas de jardín y terrazas, al cual se accede por peldaños de granito embutidos en el muro de hormigón.